El factor clave, la resistencia a la censura
Bitcoin es un medio que usan los promotores de muchas estafas, pero también es una poderosa herramienta para luchar contra estados autoritarios (y defenderte de sus excesos) .
El Bitcoin y, por extensión, el mundo cripto es una especie de mezcolanza de tecnologías que han bebido de numerosas ideologías. Desde al anarquismo de izquierdas hasta un libertarismo que aboga por un capitalismo puro. [1]
Pero no te preocupes, este artículo no trata de explicar o abogar por ninguna ideología. Es más, como inversor deberías quitarte cualquier venda ideológica para poder percibir la realidad tal y como es, y no verla a través de un deformante filtro ideológico.
Como Charlie Munger, socio y amigo de Warren Buffett, dijo:
“Evita cualquier ideología extrema porque arruina tu mente.
Cuando eres joven, es fácil dejarse llevar por lealtades y cuando anuncias que eres un miembro leal de cualquier corriente ideológica y comienzas a difundir los lemas de la ortodoxia de tu ideología, lo que realmente estás haciendo es golpear tu mente y gradualmente acabas arruinándola".
Ya ves que no voy a hablar de ideologías detrás de Bitcoin, pero sí de una característica muy especial que posee Bitcoin.
Se trata de la resistencia a la censura.
La red de Bitcoin es la red más descentralizada de todas las criptomonedas. Esto le confiere a dicha red una poderosa resistencia a cualquier tipo de censura. Nadie en la red Bitcoin puede bloquear una transacción tuya, sólo tienes que pagar la comisión de la red y tu transacción va a la hora que sea a donde sea en cualquier parte del mundo. Da igual que el destinatario sea una organización benéfica, un país sancionado y embargado por una superpotencia o, incluso, un grupo terrorista.
De la misma forma, si tienes tus ahorros convertidos en Bitcoin no hay país que pueda forzarte a entregar dichos Bitcoins. Es posible que hayas tenido la poca precaución de revelar públicamente tu riqueza en Bitcoins. Si es así, un estado o un juez podrían condenarte por evasión de impuestos (si no has pagado impuestos por este capital) o por otro tipo de delitos si estos tienen procedencia ilícita.
Esta situación es posible, pero la única forma en la que podrían confiscar dichos Bitcoins es si obtienen las claves privadas de tus billeteras.
Eso se llama resistencia a la censura.
Recuerda que los estados han llegado a confiscar los ahorros de sus ciudadanos incluso si estos no habian cometido ningún delito.
Revisemos la historia.
Hace 87 años, los estadounidenses se vieron obligados a entregar todo su oro.
Se llamó "Orden Ejecutiva 6102" emitida por Franklin Roosevelt, y decía que cualquiera que tuviera una cantidad de oro tenía que entregarla a la Reserva Federal. En aquel entonces, el tipo de cambio era de aproximadamente $ 20 por onza ($ 400 por onza en dólares de hoy). [2]
Esta orden ejecutiva no fue broma. Afirmaba que si descubrían a cualquier ciudadano con oro después del 1 de mayo de 1933, recibiría una multa, y se enfrentaría a penas de prisión de hasta 10 años.
¿Cómo llegó a nacer una orden tan radical?
La decisión de confiscar oro a los ciudadanos se hizo en parte para estimular la economía. En ese momento, Estados Unidos estaba saliendo de la Gran Depresión, y ésta era una forma en la que los reguladores proporcionaban a los estadounidenses dinero en efectivo que podían gastar fácilmente, en reemplazo de los lingotes de oro que no podían gastar.
Entonces, para salir de la depresión, el gobierno prohibió a los ciudadanos tener un activo de refugio seguro. Y si atrapaban a un ciudadano en posesión de oro, el castigo sería severo.
Es inquietante recordarlo, porque recordemos que la historia tiene tendencia a repetirse.
Las personas tienen una larga historia de búsqueda de lugares seguros para almacenar su riqueza, y lo último que esperan es que su propio gobierno confisque sus activos. Pero también es cierto que los gobiernos tienen una larga historia en confiscar oro a sus ciudadanos. Puede parecer hace mucho tiempo, pero esta confiscación se ha dado no solo en países dictatoriales, sino también en democracias liberales como Estados Unidos.
En aquel entonces hubo personas que intentaron sacar su dinero del sistema, un ejemplo notable es un hombre llamado Frederick Barber Campbell.
Frederick tenía más de 5,000 onzas de oro almacenadas en el Chase National Bank, una suma que valdría más de $ 8.5 millones hoy. Pero cuando trató de retirar su oro en respuesta a esta orden, fue rechazado. Luego fue acusado, y las autoridades finalmente confiscaron todo su oro.
Si bien esto parece que nunca podría suceder hoy, la historia ha demostrado que sí.
“Si no tienes las llaves, no tienes tus monedas”.
Los inversores que depositaron sus Bitcoins en exchanges inseguros lo saben muy bien. Después de varios casos de Bitcoins robados en exchanges hackeados, la gente comenzó a adoptar la frase "Si no tienes las llaves, no tienes tus monedas". Esta frase se ha convertido en un grito de guerra para que los Bitcoiners eviten confiar en terceros y tomen su riqueza y seguridad financiera en sus propias manos.
En la década de 1930, era imposible conservar tu dinero si el estado decidía confiscarlo. Los estados podían fácilmente quitarte tu oro e imprimir fiduciario a voluntad.
Pero ahora tenemos Bitcoin, un tesoro que no puede ser confiscado (cuando tienes tus llaves).
Y el momento de aferrarse a Bitcoin es lo antes posible. Incluso antes de que lo necesites. En medio de una recesión global, los países de todo el mundo están sufriendo tanto como sus ciudadanos. No es una locura pensar que podrían intentar hacer cumplir controles de capital y limitar la forma en que las personas mantienen y almacenan su riqueza.
Y mientras que el Bitcoin es una herramienta para evadir estos controles, tal vez para cuando dichos controles estén funcionando, sea demasiado tarde. El momento de poseer Bitcoin es antes de que los gobiernos intenten apoderarse de los activos financieros de las personas. Si no tienes Bitcoin antes, tal vez te arrepientas después de no haber tomado la decisión.
[1] https://nuso.org/articulo/criptomonedas-y-anarcocapitalismo/
Me ha gustado mucho! Sigue así!